El coste actualizado del cuidado interno de personas mayores: Información Orientativa para Familias en 2024
En Langilan, somos conscientes del compromiso que representa el bienestar de nuestros mayores y el imperativo de brindarles cuidados que honren su dignidad mientras fomentamos su autonomía. En este artículo actualizado, abordaremos el coste en 2024 de contratar a un/a cuidador/a interno/a para personas mayores, destacando los beneficios para ellos y sus familias, algunos aspectos esenciales a la hora de seleccionar un/a cuidador/a adecuado/a, y los riesgos de optar por personal sin la documentación legal necesaria.
Coste de contratación de cuidadores/as internos/as en 2024
A raíz de la última actualización del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2024, el coste de contratar a un/a cuidador/a interno/a para personas mayores se ha ajustado. Actualmente, el SMI se ha establecido en 1.134,00 euros mensuales, distribuidos en 14 pagas. Esto incluye 12 pagas mensuales más 2 pagas extras, típicamente otorgadas en junio y diciembre. También se pueden abonar las pagas prorrateadas, resultando un salario bruto mensual de 1323 euros. De esta manera, el salario bruto anual para un/a cuidador/a interno/a asciende a 15.876,00 euros.
El RD 1620/2011 del 14 de Noviembre, que regula las condiciones de trabajo del servicio de hogar familiar, dice textualmente: “Su cuantía será la que acuerden las partes, debiendo ser suficiente para garantizar, en todo caso, el pago en metálico, al menos, de la cuantía del salario mínimo interprofesional en cómputo anual”
En los casos de prestación de servicios domésticos con derecho a prestaciones en especie, como alojamiento o manutención, se podrá descontar por tales conceptos el porcentaje que las partes acuerden, siempre y cuando quede garantizado el pago en metálico, al menos, de la cuantía del salario mínimo interprofesional en cómputo mensual y sin que de la suma de los diversos conceptos pueda resultar un porcentaje de descuento superior al 30 por 100 del salario total.
Ventajas de optar por el cuidado domiciliario
Para la persona mayor: La asistencia en casa por parte de un cuidador/a interno/a ofrece una atención personalizada y adaptada, esencial para el bienestar emocional del mayor, permitiéndole permanecer en su entorno familiar.
Para la familia: La contratación de un/a cuidador/a interno/a aporta tranquilidad a los familiares, al saber que su ser querido está en manos seguras y recibe cuidados de calidad, facilitando así su participación en el cuidado y las decisiones importantes.
El salario a la hora de seleccionar un/a cuidador/a
La elección de un/a cuidador/a interno/a debe hacerse con meticulosidad. Es vital buscar cualidades personales como la empatía y la paciencia, además de la experiencia y capacitación profesional. Un/a cuidador/a debe ser capaz de establecer una conexión basada en el respeto y la comprensión con la persona a su cuidado, satisfaciendo sus necesidades físicas y emocionales.
Un salario acorde a la valía de la persona, que respete las condiciones salariales mínimas, y/o que las rebase, puede afectar positivamente al desempeño de la persona. En este punto es necesario hacer alusión a que se trata de una persona que debe cuidar una persona, por lo que atender a las expectativas y a las necesidades que tenga quien cuida a la persona mayor, va a redundar en satisfacción, y esto en las relaciones interpersonales.
Por qué no acudir a la contratación irregular
Optar por un/a cuidador/a sin la documentación legal correspondiente implica exponerse a riesgos tanto legales como de seguridad. La falta de un contrato formal puede resultar en sanciones y afectar negativamente la calidad y seguridad del cuidado proporcionado. Por ello, es esencial realizar un proceso de selección que incluya verificaciones de antecedentes y referencias.
Un compromiso con el bienestar en 2024
Al considerar el cuidado interno de personas mayores en 2024, es crucial ser consciente de los costes actualizados y proceder con diligencia en la selección de un/a cuidador/a. En Langilan, alentamos a las familias a abordar esta decisión con el mayor cuidado, asegurándose de que el/la cuidador/a no solo cumpla con los requisitos legales y profesionales, sino que también se alinee con las necesidades y expectativas de la familia y la persona mayor. Elegir con atención y afecto es clave para garantizar que nuestros mayores disfruten de una vida plena de dignidad, respeto y felicidad.